Una de las primeras manifestaciones del movimiento verde de computación fue el lanzamiento del programa Energy Star en 1992. Energy Star sirve como una especie de etiqueta voluntaria concedido a los productos de informática que han tenido éxito en reducir al mínimo el uso de la energía y aumentar al máximo la eficiencia. Energy Star se aplica a productos tales como monitores de ordenador, televisores y dispositivos de control de temperatura, como refrigeradores, acondicionadores de aire, y artículos similares.
Uno de los primeros resultados de la computación verde es el modo de funcionamiento de los monitores de ordenador, que sitúa al consumidor de aparatos electrónicos en modo de espera cuando antes de un período de tiempo pasa a la actividad de los usuarios cuando no se detecta. Como el concepto desarrollado, la computación verde comenzó a abarcar las soluciones de cliente delgado, de contabilidad de costes de energía, prácticas de virtualización, eWaste, etc
